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jueves, marzo 28, 2024
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UN PUEBLO AL AMPARO DE LOS OJOS DE SANTA LUCÍA

Por César López – Técnico Superior en Turismo

La mirada santa de la virgen mártir es el candil de esta tierra de horticultores. Cuatro siglos han pasado y la Patrona de la Vista, continúa guiando los pasos de Santa Lucía de los Astos que celebra la gracia fecunda de sus campos productivos.

La orden religiosa de los Franciscanos, congregó a la reducción indígena de los Astos bajo la protección de Santa Lucía. La raíz etimológica de su nombre proviene del latín “LUX” que significa LUZ y representa al camino claro, transparente de su vocación religiosa, iluminado por el amor de Cristo. Por esa promesa de mantener su alma inmaculada, fue víctima de persecuciones hasta ser asesinada por verdugos que mutilaron sus ojos.

Sin embargo, Lucía no perdió el don de la vista en sus últimos instantes de vida, porque su fe confiada en la Gloria Eterna, le dio como ofrenda ojos nuevos en el ocaso de su ministerio divino. Desde entonces, es Patrona de la Vista y limpia la mirada del espíritu, disipando la ceguera del corazón que detiene al mundo en el peregrinar de su existencia.

En esta historia se sustenta la construcción teológica del pueblo de Santa Lucía que se erigió a orillas de su río homónimo. La fundación de esta comunidad se produjo en el año 1615, por acción de Hernandarias, acompañado por los padres Franciscanos. En aquel tiempo, habían levantado una austera capilla teniendo a Santa Lucía como estrella de su sendero misional.

El lugar de asentamiento fue modificándose debido a los ataques de reducciones aledañas y el santuario fue reconstruido en varias oportunidades a causa de estos desmanes. El último templo, tardó casi 20 años en edificarse y se encuentra en el centro cívico de la localidad, considerado Monumento Histórico Nacional desde el año 1942. Es considerado un atractivo turístico indiscutido de la micro región del corredor del Paraná Sur.

A su vez, es el símbolo más cabal de una transculturación que enaltece la leyenda viva del patrimonio histórico de los santaluceños. El retablo del altar mayor, donde es venerada su virgen santa, fue creado por el artista Gaspar Bogarín, quien diseñó en un solo cuerpo una imponente estructura de madera, tallada al estilo rococó.
Después de 400 años, la Patrona de la Vista sigue protegiendo a su gente y alimentando sus campos con la savia de su intercesión sagrada. En la niña de sus ojos sostiene a todo un pueblo y allí refleja la evolución antrópica de una cultura con linaje creyente y trabajador.

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