1.4 C
Goya
jueves, julio 3, 2025
InicioCorrientes CapìtalEl Gauchito de Ará Berá: "Antes me insultaban y ahora me piden...

El Gauchito de Ará Berá: «Antes me insultaban y ahora me piden fotos»

CREDITO: PRENSA CARNAVALES

CORRIENTES CAPITAL

Una de las revelaciones del carnaval

Marcelo Meza es la persona detrás de Antonio Gil, el personaje del carnaval que acaparó todas las miradas en el primer fin de semana de desfiles. En una entrevista con época contó sus difíciles comienzos en los corsos y cómo ahora todo cambió gracias a un designio divino.

De día se encarga del despacho de hilado en la fábrica Tipoití, pero de noche lleva alegría a millones de personas a través de su caracterización como el Gauchito Gil dentro de los corsos oficiales. Un hombre común que se levanta todos los días temprano para cumplir con su trabajo, pero que se define por la pasión y entrega por la comparsa de sus amores, Ará Berá.

La aparición de una figura tan controversial con Antonio Gil en uno de los espectáculos culturales más importantes de Corrientes despertó un remolino de comentarios a favor y en contra en la opinión pública. Mientras para los más puritanos es algo que debe ser rechazado, quienes entienden de la fiesta y el sentido de los corsos lo viven con alegría y fervor.

Quizás sea la imponencia de su traje, compuesto por miles de plumas rojas y negras brillantes, o la sonrisa contagiosa que emana el comparsero quien lo porta, que volvieron a este personaje en un fenómeno viral a través de las redes sociales y una de las primeras figuras de la edición 2025 de los corsos oficiales.

Marcelo Adrián Meza, oriundo del barrio Pueblito de Buenos Aires, comenzó su camino en el carnaval correntino en 1997 cuando todavía el evento se desarrollaba sobre la avenida 3 de Abril. Lo hizo dentro de un grupo de baile y una vez que tomó confianza, llegó su primera presentación como solista encarnando a Ñande Ru (Nuestro Padre Grande) en 2008. Por ese entonces, los desfiles ya se habían trasladado a la avenida Gregorio Pomar – al lado del ex hipódromo- y ese año su comparsa presentó el tema «Alma Guaraní».

«A partir de 2019 comencé a llevar trajes más grandes, pero de todos los que recuerdo el actual es el más imponente que porté en los corsos», subrayó el referente arabecero.

«Ni bien me enteré en octubre del tema que eligió la comparsa me puse en contacto con la organización para confirmar mi presencia este año. Después, en un día de inscripción, me informaron sin medias tintas que iba ser Antonio Cruz Gil», recordó sobre la noticia que lo impactó profundamente.

Inmediatamente, Marcelo comenzó un proceso interior lleno de inseguridades. «Lo primero que pensé fue en el público, si mi presentación los iba a convencer o sería rechazada. Temí que lo tomarán como una falta de respeto. Me sentí muy movilizado cuando me enteré que debía llevar el personaje», se expresó abiertamente.

Sin embargo no es la primera vez que lleva la carga de un personaje importante. En 2009, se puso en el papel de Martín Fierro. En aquellos tiempos tuvo la oportunidad para mostrar sus habilidad con el baile. Es que Marcelo fue alumno del recordado profesor de danzas folclóricas Mataco Lemos.

En medio de su jornada laboral, el comparsero hizo un alto para hablar con diario época y referirse a la popularidad que tomó su personaje en la última semana.

¿Sos creyente del Gauchito Gil?

No soy devoto. No pertenezco a ninguna religión, es decir no creo en nada. No obstante, tengo un respeto muy profundo por las devociones populares. Hasta se puede decir que tengo una envidia sana por aquellos que tienen fe y creen en algo porque veo que les hace mucho bien. El hecho de asumir el papel de una figura con muchos devotos fue algo que me impactó. El correr de los días me demostró que la recepción fue muy positiva, pese a algunos comentarios en contra. Trato de hacer todo con el mayor de los respetos y en ningún momento se me pasa por la cabeza hacerlo de una forma burlona.

A lo largo de tu carrera mencionas la pasión y amor por el carnaval ¿Qué es lo que tanto te gusta? ¿Ser recibido por la gente? ¿El baile?

Tengo que ser sincero. Es por Ará Berá. En 1995 me acerqué por primera vez a la comparsa con un grupo de amigos. Escuché la marcha y fue algo mágico. En ese momento me enamoré de la canción. Cada vez que la escucho siento una emoción enorme. No sé porqué, pero cada vez que escucho esas trompetas y acordes me hace vibrar todo el tiempo. Me atrapó y nunca más me soltó.

Muchas veces me preguntan hasta cuándo voy a participar, a lo que respondo que cada vez que escuche la marcha y me ponga la piel de gallina seguiré participando.

Ya que mencionas a la gente, me gustaría recordar que mis comienzos fueron en los 90, una época difícil. Al principio el público era muy agresivo conmigo ya que no era «natural» ver un varón bailar. La gente me insultaba mucho, nunca me afectó pero siempre los escuchaba.

Fueron tiempos complicados para mí y todos mis compañeros, con ellos eran los únicos que disfrutaba el evento. De vez en cuando recibía algún gesto de aprobación desde las tribunas, pero eran contados con los dedos una mano. Eso por suerte disminuyó producto de que en las comparsas hay muchos varones bailando. También estoy plantado de otra manera: ahora soy yo el que me acerco al público. Y este año en particular me asombró el recibimiento, nunca me pasó que quieran tomarse tantas fotos conmigo, es algo que me gusta mucho.

¿Son los movimientos y gestos coreografiados? Tenes una sonrisa muy particular que contrasta con la solemnidad del personaje.


La sonrisa es de felicidad, no existe otra explicación. Para este segundo fin de semana de desfiles realizaré algunos cambios porque soy autocrítico. Desde ahora voy a ir un poco más solemne y tranquilo, siento que le va sumar al show.

De todas formas recibo sugerencias del director artístico del show de comparsas, Ulises Camargo, que va moldeando el personaje y las miradas. Junto con Nathalia Rodríguez, directora artística, quien le van dando carácter al gaucho. Lo que se vio el primer día fue un comparsero feliz, pese a que el traje es pesadísimo y el viento lo hace más complicado.

¿Cuánto tiempo lleva montarse un traje de estas características?


Para esta edición no lleva mucho tiempo, apenas una media hora. Sin embargo, lo más complicado es la logística. Necesito un equipo detrás mío para poder salir a la calzada.

La parte difícil es transportar el traje, que generalmente se lo lleva por partes. Y luego ubicarlo en un sector de los galpones que no corra riesgo de dañarse. Es realmente un «laburazo» en el que pueden intervenir hasta cuatro personas.

¿Cómo te tomó la repercusión que tuvo tu primera presentación?


Creo que la repercusión fue buena en su mayoría. Leo también otros comentarios que critican porque consideran que es una falta de respeto mía o de la comparsa. Al mismo tiempo hay ataques contra mi persona de una manera maliciosa que cuesta creer.

Pese a todo, no me afecta porque pienso que solo son opiniones. Entiendo que algunos se sientan ofendidos, pero lo hago con respeto; así que no sabría qué decirle a esa gente. Yo estoy tranquilo.

Tanta repercusión tuvo el personaje que abriste un Instagram


Es todo un mundo nuevo para mí. Apenas tengo Facebook, pero seguí el consejo de unos amigos que me dijeron que esa red social ya estaba quedando vieja. En menos de una semana el Instagram tiene más de 3.300 seguidores.

¿Alguna historia particular en estos días?


Se acercó un devoto del Gaucho a pedirme una fotografía y nos pusimos a llorar. Me dijo: «Gracias, mi guacho está hermoso». Por eso, si a un fiel tan grande le gustó creo que no hay nada más que decir.

Me quedo con esa buena energía y buena vibra. No me lo esperaba en absoluto, nunca lo dimensioné.

Con voces a favor y en contra, Marcelo sigue con mucha alegría cumpliendo con su compromiso para la comparsa. Su historia es una de las que representan de forma más auténtica el amor de un comparsero por su agrupación, por el carnaval y la alegría de vivir haciendo lo que a uno le gusta. Sin importar el que dirán. A la larga la vida lo devuelve con éxitos y mucho reconocimiento.

Un Grito Sagrado para el mundo

La comparsa del «Rayo» apostó a las emociones para motivar a su gran familia y poner calor a la competencia 2025, cuyo tema es «Grito Sagrado, sentir de mi pueblo». La temática artística propone un diálogo cultural de Argentina con su pasión y su fe, estableciendo así un puente para entender su amor por el carnaval.

«El pueblo argentino siente con intensidad y es fiel con sus creencias. Santifica a sus ídolos y alienta con fuerza cada vez que se manifiesta una esperanza. Y grita tan fuerte, que su grito se hace sagrado», expresaron durante el acto de presentación.

El equipo técnico y artístico de la comparsa está a cargo de los diseñadores Rubén Romero, Gabriel Gonzalo, Mauro Robin y Francisco Verón. Por su parte, el equipo coreográfico de corso está encabezado por Gabriela Gómez y Javier Valbuena; mientras que el Show de Comparsas está en manos de Nathalia Rodríguez, Towanda y Lisandro Sosa.

Un traje de 600 flores y varios millones

Ará Berá cuenta con cuatro diseñadores para esta temporada. El libreño, Gonzalo Gabriel, fue el encargado de idear al Gauchito de «El Rayo». «En mi caso particular, no diseño ni confecciono el traje. Una vez que recibí el modelo se lo encomendé a Mara Lezcano, una reconocida vestuarista. Ella eligió las telas y la disposición de las plumas», recalcó Marcelo.

Solo el costo total del traje lo estimó en «varios millones de pesos». «Los comparseros no somos personas normales en este sentido. Mientras algunos ahorran para comprar un vehículo, viajar o hacer algún arreglo en la casa, yo ahorro para bancarme un traje de Ará Berá», declaró. Esta inversión es justificada con su fuerte pasión por la comparsa y la felicidad que le despierta participar todos los años.

«Ni bien termina la edición 2025 comienzo a ahorrar para el 2026, es la única forma de poder llegar al costo», dijo el hombre. Para esta ocasión la producción empezó en noviembre y terminó en la última semana de enero. «La gente piensa que soy millonario, pero en realidad es un arduo esfuerzo que tiene al ahorro como eje principal», amplió.

El Gauchito de Ará Berá sostiene que el 80% de las plumas son sintéticas y que la gran mayoría fue utilizada en desfiles de años anteriores. Plumas de gallos, faisanes y otras aves componen el portentoso atuendo. En la parte inferior se pueden ver representada la cruz de espinillo, velas y cintas de promeseros. Un dato interesante es que cuenta con 600 flores, entre las que se destacan en la parte superior cinco.

Por Alejandro Duete

Redacción época

ARTICULOS RELACIONADOS

Más Popular