TRAS LA APROBACIÓN DEL DNU EN DIPUTADOS
El ex ministro de Economía, Nicolás Dujovne, analizó el acuerdo que negocia la administración libertaria con el organismo internacional.

La Argentina está en condiciones de aspirar a recibir plata fresca del Fondo Monetario Internacional, de unos USD 13.000 millones, estimó ayer el ex ministro de Economía de Juntos por el Cambio, Nicolás Dujovne.
«Argentina tranquilamente podría pedir lo que faltó desembolsar del acuerdo anterior. Era de 57.000 millones de dólares y se desembolsaron 44.000 millones. Hoy, con una situación fiscal muy mejorada, el repago futuro de ese préstamo luciría bastante bien. Podríamos aspirar a fondos frescos por esos 13.000 millones, en un programa nuevo. Al margen de los que el FMI va a comprometer para asegurar el refinanciamiento de los vencimientos de capital», sostuvo. Asimismo, consideró que en el marco del nuevo acuerdo el Fondo «sin dudas va a plantear metas exigentes de acumulación de reservas y un poco más graduales de liberalización del cepo», y agregó: «Junto con la gradual liberalización de los controles es probable que se fijen parámetros para dotar de mayor flexibilidad al tipo de cambio, flexibilidad que debería ir aumentando a lo largo del programa». «Sin dudas que hoy la discusión con el FMI pasa por cuánto se libera, a qué ritmo, y cuánto se deja flotar la moneda. Seguro hay acuerdo en que menos al comienzo y más con el correr de los trimestres, pero las magnitudes deben ser parte central de la discusión», señaló. Además, dijo: «Tratándose de un acuerdo de facilidades ampliadas, las reformas estructurales teóricamente deben ocupar un lugar central. También debe haber alguna meta cualitativa en la preparación e implementación de alguna reforma laboral y previsional». Por otro lado, sostuvo, refiriéndose al Banco Central durante el año pasado: «Compró muchos dólares porque tuvimos un superávit comercial de unos 18.000 millones. El Central compró, pero solo pudo reducir las reservas netas negativas a unos 6.000 millones, porque los dólares comprados se fueron en pagar vencimientos que el Estado no pudo refinanciar». Además, dijo: «Los dólares que entren y queden en las reservas van a ser muchos más gracias a que se van a poder refinanciar vencimientos. El año pasado se pagaron 13.000 millones, porque no hubo chance de refinanciar nada», y aseguró: «Este año van a crecer más las importaciones y probablemente el superávit comercial se reduzca a unos 10.000 millones. Pero la gran diferencia es que el sector público va a poder refinanciar los vencimientos de capital y las empresas van a hacer colocaciones de deuda muy fuertes. 2025 va a ser un año de acumulación de reservas». También explicó: «En esto es clave el acuerdo, porque va a permitir bajar el riesgo país y reabrir el acceso al mercado. Es una anomalía absoluta pagar deuda, porque no se la puede refinanciar». Sobre el rumbo económico actual, elogió el ajuste fiscal ejecutado por Milei: «Por primera vez desde 2008 el país financia su presupuesto con lo que recauda», remarcó. Sin embargo, advirtió que los riesgos políticos siguen presentes y que el kirchnerismo continúa siendo un factor que aumenta el riesgo país. Por último, consideró clave avanzar en tres reformas estructurales: laboral, previsional y tributaria. «Hay sectores industriales que no van a sobrevivir si no se adaptan», sentenció, en línea con el discurso de apertura del presidente Milei.

