TRATAMIENTO TERAPÉUTICO
El registro se hace a través de REPROCANN, un organismo dependiente del Ministerio de Salud de la nación. Cualquier persona que se inscriba puede contar con la autorización.
Mariano Dávila estuvo en el stand de Sudamericana en la Feria del Libro para contarnos sobre el permiso que otorga el estado para el tratamiento medicinal con cannabis. El especialista en derecho penal se refirió al tratamiento industrial y mencionó cuáles son los límites en cuanto a conductas permitidas y prohibidas de esta hierba.
Se refirió a las regulaciones del cannabis medicinal, el cultivo y transporte. A través de una inscripción personal en REPROCAN (Registro del Programa Cannabis) se puede obtener una autorización de un año, renovable, para tratamiento medicinal.
Lo penal es uno de los puntos más importantes y por esto la autorización de Reprocann es tan relevante. Se busca que el tratamiento sea conforme a derecho, por eso hay que estar inscripto, autorizado y nos permite no incurrir en una conducta ilegal.
Este permiso procura “mejorar el acceso a quienes tienen indicación médica basada en evidencia científica disponible (…)”, sostiene el sitio. Este organismo está dentro de la órbita del Ministerio de salud de la nación y según explica Dávila “ya hay unas 50 mil personas inscriptas a nivel país”, aunque no existe una estadística por distrito o provincias.
Cualquier persona que lleve adelante un tratamiento médico puede acceder a esta licencia; se debe inscribir el paciente y el médico están autorizados al uso de cannabis medicinal. Se otorga una autorización de manera posterior cuando uno cumplimenta una declaración jurada y con consentimiento informado puede acceder a un cultivo controlado:
RANGOS PERMITIDOS: La autorización contempla la posesión de hasta 9 plantas en período de floración en casas; 6 frascos de 30 mililitros en la vía pública y el transporte hasta 40 gramos de flores secas.
No existe un listado de enfermedades, sino que es abierto para cualquier tipo de patología: bruxismo, artritis, autismo, asperger, efectos de quimioterapia, etc.
La planta tiene dos etapas, explicó el especialista: período de vegetación y período de floración y el límite es “por el número de plantas”. Se pueden cultivar hasta seis metros cuadrados en un lugar cerrado o hasta quince metros cuadras en el exterior.
Dávila aclaró que el registro no se cobra, pero “sí necesitamos la autorización del médico para llevarlo a cabo: el médico y el paciente”. Cuando se constata la doble inscripción se obtiene la autorización. El uso del cannabis medicinal es para uso analgésico y antiinflamatorio.
El permiso de Reprocann es suficiente para reconocer el derecho a cultivo y uso medicinal de esta hierba. No es autorización para comercialización, aunque dentro de una casa puede haber varias personas que cuenten con este permiso. En caso de niños menores lo pueden sacar los padres o tutores del niño.
No se produce solo aceite, sino también para vaporizadores, cremas, cigarrillos. No hay limitación de método. También se refirió a la regulación de semillas de acuerdo a una categoría INASE (Instituto Nacional de semillas)
Debe haber un trabajo armonioso en todas las fuerzas del estado para llevar a cabo estas gestiones, deben estar informados y al tanto de que se pueden encontrar al tanto con ciudadades que tengan esta autorización. Las consultas que se realizan es sobre la gestión de la autorización, dónde conseguirlo, inquietudes variadas de acuerdo al cuadro del paciente.
FUENTE RADIO SUDAMERICANA
