14.4 C
Goya
domingo, mayo 12, 2024
InicioInteres General¿Cómo subsisten las disquerías al inexorable avance de la tecnología?

¿Cómo subsisten las disquerías al inexorable avance de la tecnología?

BATEAS DE OFERTAS Y MATERIAL PARA COLECCIONISTAS «CONVIVEN»CON GUITARRAS ELÉCTRICAS Y AMPLIFICADORES

ADAPTARSE, RECONFIGURARSE O DESAPARECER

En la ciudad quedan un puñado de comercios en los que todavía se pueden conseguir discos, CD y cassettes. Justo Negro, con cinco décadas de trabajo en el rubro, detalló a época que tuvieron que anexar la venta de instrumentos y equipos de audio para no tener que bajar las persianas.

El lunes último se celebró el Día Mundial de las Tiendas de Discos o «Record Store Day». Con esa conmemoración como excusa, época visitó dos de las tres disquerías que se mantienen activas en la ciudad.

En tiempos en los que la música se consume, mayoritariamente, por internet, esos locales comerciales parecen formar parte de un pasado no tan reciente. La inquietud que motorizó el desarrollo de esta nota es saber: ¿cómo hacen para subsistir?, a sabiendas de que muchas personas hoy día prefieren escuchar música a través de Youtube o suscribirse a plataformas como Spotify, Apple Music y Deezer, entre otras.

No obstante, aunque sean los menos, también hay coleccionistas o personas que resisten al inexorable y asfixiante avance de la tecnología y siguen oyendo sus discos o CD en equipos musicales que son cada vez más difíciles de conseguir o reparar.

En la primera de las disquerías, ubicada por calle San Juan (entre Yrigoyen y Junín) la requisitoria periodística fue respondida por Justo Negro, histórico vendedor de discos, cassettes y DVD de esta ciudad, quien con predisposición casi enciclopédica se prestó a la charla con este medio.

¿Cómo hacen para mantener en pie una disquería en tiempos en que la música, prácticamente, es de acceso libre en internet?

La realidad marca que se venden muy pocos CD y algunos vinilos. Nosotros, en los últimos años, tuvimos que «reconvertirnos» a casa de instrumentos musicales y también vendemos equipos de audio, ya sea para el hogar o para profesionales.

Nos tuvimos que reconvertir a la fuerza, porque las disquerías deben ser uno de los rubros más castigados, sobre todo después de la pandemia. Obviamente, en este momento que atraviesa el país en la faz económica hay menos ventas, pero subsistimos y no es poco.

¿La pandemia fue el tiro de gracia para el rubro?

El rubro disquería ya tenía una tendencia declinante antes de la pandemia (se inició en marzo de 2020), pero el parate generado por el virus del COVID-19 fue letal para este rubro. La gente que aún adquiría música en formato físico-digital al no tener acceso directo a las disquerías se volcó a las plataformas de internet. Los que ya escuchaban música en plataformas consolidaron, durante el confinamiento, esa forma de acceder a la música y los que no, tuvieron indefectiblemente que acercarse a ellas y eso le dio el tiro de gracia a las disquerías.

A nivel mundial se habla de un auge del vinilo, ¿aquí hay compradores de discos?

Las disquerías tuvieron en la última década un pequeño repunte con el tema de los vinilos. No obstante, aquí no tuvo tanta repercusión como en otros puntos del país, más allá de que nosotros traemos discos a pedido.

Hay un público, sobre todo coleccionistas, pero el furor de los vinilos se da en Buenos Aires o Rosario, con clientes de otro poder adquisitivo. Aquí, si bien hay gente interesada en esos productos, la demanda es exigua. El vinilo es un producto muy costoso y además la gente se quedó sin reproductores para ese formato -y también para escuchar CD-. Las bandejas que se venden en internet son también muy onerosas.

SPOTIFY ES LA PLATAFORMA DE STREAMING DE MÚSICA DE MAYOR ALCANCE A NIVEL MUNDIAL. 

¿Cuánto cuesta hoy un disco o un CD?

Varían mucho los precios, depende si son ediciones para coleccionistas, reediciones, grandes éxitos o cajas que incluyen varias placas recopiladas. Un CD puede valer desde tres mil a más de 100 mil pesos, depende mucho del artista. Los vinilos tienen un piso de diez mil pesos y para arriba la cifra puede ser realmente alta.


Sin embargo, tienen muchos productos discográficos en exhibición. ¿Es material nuevo o es stock que se fue acumulando?

Lo que hay en exhibición y en las bateas de ofertas son materiales que nos quedó de los últimos años, ya que fuimos de las mayores disquerías de Corrientes. Hay algunos compradores, pero son los menos.


¿Ni siquiera se vende bien el material de chamamé?

Tratamos de mantener activo ese segmento el mayor tiempo posible, pero en los últimos años bajó demasiado la demanda, aún con todo el fervor generado por la Fiesta Nacional del Chamamé. Los turistas, sobre todo los brasileños, eran grandes consumidores de chamamé pero eso, lamentablemente, ya es parte del pasado.

VINILOS, SE CONSIGUEN DESDE 10 MIL PESOS, PERO UN «INCUNABLE» PUEDE COSTAR MILLONES. 


¿Y eso a qué se debe?

Es porque, como lo dije antes, cambió la forma de escuchar música y también, en parte, es porque ya no hay mucha producción discográfica de chamamé en formato físico.


Entonces, ¿qué es lo que todavía se vende?

Lo que aún se vende son los discos de artistas muy puntuales de música internacional o clientes exclusivos que gustan del formato físico y les traemos los productos a pedido.


Tienen bateas de cassettes y de DVD, ¿esos formatos también están muertos?

Los cassettes, junto a los DVD, deben ser lo que menos se venden en nuestro local. Más allá que aún contamos con material que nos quedó y está en oferta.


Testigo de todos los cambios


¿Cuántos años hace que trabajás en el rubro de los productos discográficos?

Tengo 60 años y comencé en mi niñez, a los siete aproximadamente. Así que ya vi pasar todos los formatos. Cuando me inicié estaban de moda los magazines y vi el auge y caída de los discos de vinilo, el cassette, los discos singles, LP, EP, Maxi, CD, Minidisc y DVD.


Las disquerías tuvieron sus muy buenas épocas, ¿en qué momento comenzó la caída en las ventas?

Antes, por muchos años, se vendían en gran número los discos (Long Play, Singles y EP). Luego, ya promediando la década del 80, con el advenimiento de las radios FM y la venta masiva de los radiograbadores, la gente escuchaba o pedía temas en la radio y los grababa en los cassettes vírgenes (tipo TDK común o de cromo de 60 y 90 minutos).

Poco tiempo después llegó la piratería callejera (cassettes y CD de esos que decían «ver lamina adjunta»), luego ya con el auge de Internet los sitios tipo «Napster» permitieron que se descargue música de la red de manera gratuita. Más acá en el tiempo apareció Youtube y finalmente las plataformas como «Spotify».


¿Cómo creés que será consumida la música en el futuro inmediato?

De momento, la música va camino a ser consumida solo en plataformas digitales. Más allá de los objetos de colección que son los vinilos editados por ciertos artistas, no por todos. Hoy en una plataforma de internet tenés la discografía del mundo, es mucho más accesible y transportable que en el formato físico. Es entendible la evolución e irrefrenable porque la tecnología avanza a pasos agigantados.

Un reducto para los que gustan del chamamé

En 9 de Julio al 1700 hay una disquería que comercializa, primordialmente, CD y cassettes de chamamé. Son, en su mayoría, trabajos discográficos del mítico productor fonográfico local, Abraham Helú.

Allí, la vendedora, Graciela, comentó a este matutino que, al igual que en la disquería de Justo Negro, la demanda actual es baja y que debieron recurrir a la venta de algunos instrumentos para sostener la actividad.

Sin embargo, el local se erige como un pequeño reducto en el que un coleccionista del chamamé podría hacerse un «banquete», ya que se puede conseguir material de artistas de renombre dentro de la música litoraleña, como así también solistas o conjuntos que solo grabaron una placa o no son tan conocidos en los grandes escenarios de la región.

HAY CD DE ARTISTAS DESTACADOS Y EMERGENTES. 

En las bateas del local se puede adquirir compactos de artistas como: Eduardo Portillo y su conjunto correntino, Mario Vega, Andrés Carles, Cuarteto Santa Ana, Hugo Leiva, Goyo Hanson, Los Chaqueñitos del Chamamé, Ernesto Juanovich, Alcides Varela, Gregorio de la Vega y Gastoncito Suárez.

También hay grabaciones de Roberto Galarza, Los Cuñados, Daniel Garcés, Tony Gamarra, Nostalgia Guaraní, Los Ahijados de los hermanos Barrios, Los Mensajeros del Ceibal y los Majestuosos del Chamamé, «Gringo» Ayunes, Los Hijos de Pago Arias, entre otros.

En la mesa de ofertas hay CD y cassettes de «música bolichera», grupos tropicales y latinos que tuvieron su auge en los 90, cassettes de música de los 80 y 90 y algunos DVD.

TAMBIÉN OFRECEN CASSETTES Y DISCOS DE LOS 80 Y 90. 

«Las ventas bajaron en los últimos años porque la gente fue dejando de lado los CD y se escucha en MP3 o directamente en la computadora o celular. La tecnología va cambiando todo muy rápido», narró Graciela.

En ese sentido, acotó la vendedora que «ocurre además que mucha gente que aún teniendo discos o CD en su casa, no tiene forma de reproducirlos. A muchos se les fundieron sus centros musicales o minicomponentes, es como que quedaron obsoletos. Ya ni lo autos traen equipos para CD o cassettes. Eso deja sin su música favorita a mucha gente, sobre todo adultos o personas mayores que disfrutan del chamamé».

DIARIO ÉPOCA

ARTICULOS RELACIONADOS

Más Popular