EL ALCOHOL EN LAS FIESTAS
Las fiestas de fin de año suelen ser una invitación a los excesos en el consumo de alcohol, motivo que generó en la Directora de Prevención de Adicciones referirse a la temática, en particular sobre los mitos que rodean al consumo del alcohol y las pautas de cuidado en cuanto a la intoxicación alcohólica, síntomas, pautas de recuperación.
El abordaje lo realizó junto a la Asistente Social Carina Ramírez, a través de la 88.3, con quien llevó adelante el último programa radial del año.
MITOS
· Beber alcohol solo el fin de semana no es un problema y no genera mayores daños en el organismo. “En relación a este mito debe tenerse en cuenta en realidad cuánto se bebe los fines de semana, si el consumo es masivo, si se lo mezcla, son factores a tener cuenta y determinarán se trate de un consumo problemático, independientemente que sea solo los fines de semana”.
· El consumo de alcohol ayuda a estar más animado y en forma. “Es erróneo pensar que, si uno está “bajoneado”, como comúnmente se dice, el alcohol vaya a levantar el ánimo”.
· El consumo de alcohol ayuda a entrar en calor y combatir el frío. “En realidad, es una sensación momentánea porque después del consumo genera mayor frío. Por eso, cuando alguien se intoxica con alcohol suelen desabrocharle la camisa, cuando por el contrario se la debe abrigar. Se produce un efecto rebote que termina provocando hipotermia. Tampoco se lo debe duchar con agua fría, como es común que ocurra, porque podemos causarle un shock”.
· El alcohol es bueno para el corazón. “No es así, sobre todo para quienes padecen problemas cardiovasculares o de hipertensión. La realidad es que cualquier beneficio que pueda tener una bebida alcohólica por su composición, en relación a sus contraindicaciones, estas siempre van a ser mayores. En relación al vino, si uno quiere acceder a los antioxidantes o el resveratrol, lo indicado es comer uva”.
· El alcohol ayuda a las relaciones sexuales. “En realidad provoca todo lo contrario: disfunción e impotencia sexual. Además, cuando se combinan la relación sexual con el alcohol, el cuidado suele ser menor y hasta puede generar actos de violencia. El disfrute no es pleno”.
· La cultura alcohólica. “Esto no existe, hay un acostumbramiento, una resistencia. Este es el camino de la dependencia, pues cuanta más resistencia se tiene a una sustancia más necesitarás de esta para lograr el mismo efecto”.
El consumo siempre implica un riesgo, y hay casos en que por ningún motivo debe consumirse alcohol, por ejemplo: mujeres en etapa de embarazo; cuando se va a conducir algún vehículo; menores de edad.
Consumir moderadamente es aceptado. La licenciada Morales lo compara con la sal, “no tiene ningún beneficioso y es malo a largo plazo su consumo. Con el alcohol es lo mismo. Su consumo es una elección personal que lo hacen adultos responsables, asumiendo los riesgos que tiene y que afectan no solo al bienestar personal sino de las personas que lo rodean”.
SÍNTOMAS DE LA INTOXICACIÓN ALCOHÓLICA
“Los síntomas son confusión, vómitos, convulsión, respiración lenta o irregular, piel azulada o pálida, temperatura corporal baja, y el más grave: el desmayo sin poder despertarse. Cuando esto último ocurre hay que consultar urgente al médico porque hay daños que ya se empezaron a producir, y la intoxicación alcohólica es una emergencia porque puede derivar en un coma y en la muerte. De hecho, no es necesario tener todos los síntomas para buscar ayuda médica”.
“Dormir no hace desaparecer la intoxicación. Muchas veces tras el desmayo los demás deciden dejar que siga así, duerma, y que con eso se le pasará. Nada más lejos de la realidad. Tampoco se lo debe medicar”.
Finalmente recomendaron participar en espacios amigables y, en caso de urgencia, no desatender a la persona afectada y no falsear la información ante el médico para que este pueda diagnosticar correctamente.