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domingo, mayo 18, 2025
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Escapada a un pueblo escondido en Corrientes que invita a desconectarse y vivir la calma

TURISMO

En Corrientes, Caá Catí ofrece historia, paisajes naturales y cultura local en un entorno ideal para quienes buscan descansar lejos del estrés urbano.

En el nordeste argentino existen destinos que invitan a una escapada para descubrir el lado más único del país. En la provincia de Corrientes se puede descubrir Caá Catí, una joya oculta que combina tradiciones centenarias, lagunas, esteros y una vida muy tranquila.
 
Rodeado de naturaleza y lejos de los destinos más conocidos del Litoral, Caá Catí invita al descanso, al contacto directo con lo autóctono y al disfrute pausado, en una propuesta ideal para una escapada de fin de semana o unos días de reconexión personal.

Escapada a Caá Catí, un pueblo de Corrientes con alma propia

Fundado en 1707, Caá Catí conserva sus calles coloniales, casas antiguas y costumbres que pasaron de generación en generación. La vida en este pueblo transcurre sin apuros, con una comunidad que recibe al visitante con calidez y orgullo por su identidad.

 El casco histórico conserva el trazado urbano del siglo XIX, lo que le da un encanto particular para recorrerlo a pie, cámara en mano, y descubrir rincones cargados de historia.

Además, su ubicación estratégica lo convierte en un excelente punto de partida para explorar otros atractivos naturales de la región, como el Parque Nacional Iberá, uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del país.

Qué hacer en Caá Catí

Las propuestas para quienes eligen este destino incluyen tanto actividades al aire libre como paseos culturales que conectan con la identidad local. Entre las más recomendadas:

 Es el principal espacio natural del pueblo. Tiene acceso libre, zonas de camping y deportes náuticos como canotaje, vóley o fútbol playero. También se puede disfrutar del paisaje en kayak, guiado por lugareños.

 Gracias a su baja contaminación lumínica, Caá Catí se convirtió en un punto ideal para observar el cielo. Se organizan salidas nocturnas con guías especializados para vivir una experiencia diferente.

El Museo Juan Carlos Gordiola Niella y el Museo David Martínez permiten conocer la historia del pueblo, su vínculo con el campo, las fiestas populares y la evolución de la vida cotidiana en la región.

 Este comercio tradicional mantiene la estética de épocas pasadas y se convirtió en uno de los espacios más pintorescos del pueblo. Su interior guarda objetos antiguos y relatos de antaño.

 Durante el verano, Caá Catí se llena de vida con las bailantas chamameceras, donde vecinos y turistas comparten música, danzas y comidas típicas. Las meriendas campestres, con productos regionales, completan la propuesta.

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