ESQUINA CORREINTES
Si bien todo apunta a que el incidente habría sucedido como consecuencia de un resultado deportivo, el fiscal estudia otras hipótesis que puedan justificar semejante violencia desmedida contra los dos hombres golpeados. Los prófugos tienen antecedentes.
José Luis Acosta, el futbolista de la liga local esquinense que la madrugada del lunes fue atacado a ladrillazos y a tiros en pleno centro de la ciudad, se recupera de sus heridas. En tanto, la Policía confirmó tras las pericias que habrían intentado asesinarlo a tiros luego de una feroz paliza y de perseguirlo varias cuadras. El fiscal solicitó al menos dos allanamientos, aunque no lograron dar con el arma utilizada ni con los sospechosos.
Según información a la que tuvo acceso diario época, las pericias policiales realizadas en la esquina de 25 de Mayo y Rivadavia, y en la Dirección de Seguridad Urbana y Vial, respaldan el relato brindado por la víctima y su amigo. Todo comenzó a las 4:45 del lunes, cuando un hombre de apellido Ojeda, que estaba junto a la víctima en la esquina de Bartolomé Mitre y Rivadavia festejando el triunfo del partido de fútbol de la tarde del domingo, se separó unos metros del grupo y allí fue abordado por dos sujetos de apellido Silvero y Martínez. Hubo insultos, golpes y hasta amenazas de muerte. Todo tendría relación con el cotejo deportivo. Según Ojeda, Silvero le habría mostrado un arma de fuego cromada que llevaba en la cintura y lo amenazó de muerte.
Ojeda, asustado, corrió unas cuadras hasta la comisaría y denunció lo sucedido. Antes de llegar escuchó un disparo de arma de fuego y pensó que la amenaza se había cumplido, pero contra sus amigos. Mientras esto sucedía, José Luis Acosta, uno de los jugadores del cotejo y amigo de Ojeda, intentó mediar en el incidente, pero fue brutalmente golpeado por Silvero, Martínez y una mujer de apellido Mendoza. Logró escapar y sintió que lo perseguían a bordo de una moto. Fue interceptado en el predio municipal donde lo golpearon a patadas, piñas y le rompieron tres dientes a ladrillazos.
Acosta logró escapar y correr ocultándose detrás de un vehículo, pero sus atacantes lo vieron y allí Silvero le habría efectuado un disparo de arma de fuego cuando viajaba como acompañante en la motocicleta que conducía Mendoza, según dijo la víctima. El deportista fingió haber sido impactado y sus perseguidores huyeron. Luego de algunos minutos fue hospitalizado y quedó internado en estado grave.
Su familia denunció que los tres implicados en el ataque los cruzaron en el hospital y los amenazaron con asesinarlos a todos si no levantaban la denuncia. El fiscal Domínguez tomó conocimiento del hecho y tras los informes periciales caratuló el caso como «lesiones graves y homicidio en grado de tentativa con uso de arma de fuego». Los tres sospechosos quedaron filmados en todo su accionar. Son varios los testigos de los dos ataques, incluyendo el intento de ejecución a tiros. Los tres implicados ya tienen antecedentes, pero aún no fueron detenidos.
diario Época
