Alerta en la construcción por atraso en los pagos con fondos nacionales

En el INVICO advirtieron que «hay un atraso de más de 90 días en el pago a las empresas». Desde el empresariado del sector en Corrientes confirmaron la situación: «Nos preocupa que afecte directamente a los puestos de trabajo», indicaron.

El que primero encendió el alerta sobre la situación fue el propio interventor del Instituto de Viviendas de Corrientes (INVICO), Lizardo González: «Hay un atraso de más de 90 días en el pago a las empresas. Estamos reclamando los pagos porque los certificados fueron enviados en tiempo y forma», dijo en relación a obras financiadas con recursos nacionales.

Luego, el empresariado del sector de la construcción confirmó la complejidad del caso y -sobre todo- sus consecuencias: «El tema no es simple, es preocupante. De hecho, nos preocupa que afecte directamente a los puestos de trabajo», advirtió por su parte Gustavo Rosello, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) delegación Corrientes, al ser consultado al respecto.

De esta manera, la cuestión empieza a tornarse asfixiante para el sector. El titular del INVICO también explicó al respecto que «la modalidad del Gobierno nacional cambió, ya que les pagan directamente a las empresas y en este contexto inflacionario el atraso está en torno a los tres meses en el pago y eso afecta al sector», dijo en una reciente entrevista radial.

«Tuvimos varias reuniones con los empresarios y vamos a plantearlo ante Nación, porque podría haber un parate de las viviendas en Corrientes», alertó González por LT7.

Por su parte, Gustavo Rosello -al ser consultado por época sobre el tema- indicó que «la situación que plantea el interventor del Instituto de Viviendas de Corrientes es tal cual, hay una enorme preocupación de parte de las empresas que son contratistas del INVICO debido a las demoras no usuales que hubo en los pagos en los últimos meses del año pasado», señaló.

En este sentido, explicó que se trata de obras de viviendas que están actualizadas por un sistema denominado de UVIs (Unidades de Viviendas), las cuales están relacionadas con el precio de otros insumos y bienes vinculados al costo de construcción.

Si bien indicó que, «aparentemente, comenzarían a regularizarse», hizo una observación más que importante: «Hay un delay de más de 60 o 90 días en algunos casos, lo que hace que se haya perdido gran parte del valor de esos certificados de obras, debido a que se cobran a valores equivalentes al UVI del día en que se cerró el certificado».

«Por lo tanto -agregó-, se ralentizaron muchos ritmos de obras, lo cual es muy nocivo para el programa, porque las obras que bajan el ritmo (después) son muy difíciles de recuperar. Y además de eso, son castigadas con la no actualización de los valores de contrato», manifestó.

Rosello también coincidió con González en que la situación es preocupante porque, «como él dijo, hay grupos grandes de viviendas que tienen promesa de inicios pero que al final no comenzaron y realmente esta es una situación en la cual los últimos meses complicó mucho la actividad y la continuidad de muchas empresas constructoras», remarcó.

Por ello, sostuvo: «La consecuencia va a ser la baja de ritmo en obras y probablemente en el parate de muchas de las mismas, porque el efecto económico y financiero va a golpear mucho. Básicamente, esta es la situación que denuncia el interventor del INVICO, la cual abre un escenario de mucha preocupación porque este delay afecta mucho».

En este sentido, recordó que «también está pasando este inconveniente en obras de otras reparticiones, como ENOSA (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento) que tiene retrasos muy grandes. Lo para otras obras de carácter nacional que tiene demoras de muchos meses, en algunos casos con retrasos de precios de más de un año».

Asimismo, mencionó como ejemplo «las obras en el barrio La Chola (de urbanización integral), que corresponde a Hábitat y lleva más de siete meses sin que se haya percibido ningún certificado», concluyó.

Viviendas en Corrientes

Por otra parte, el interventor de INVICO, Lizardo González, también indicó: «Venimos trabajando en continuidad con los proyectos del año pasado, porque muchas de las viviendas estarán en Capital», dijo y adelantó que un gran número de ellas están a poco de ser inauguradas.

Entre los proyectos que avanzan en Corrientes, detalló la construcción de 164 viviendas en el barrio Santa Catalina, como también en el barrio 3 de Abril y en el Doctor Montaña.

En tanto que en el interior provincial, las localidades de Santo Tomé, Alvear, Lavalle, Goya, Mercedes y Curuzú, son algunos en donde hay proyectos prontos a finalizar o por iniciarse, según enumeró González.

«A esto se suma el plan Oñendivé, con 500 unidades distribuidas en toda la provincia y este año se incorporarán otras 500 casas», anunció el titular del INVICO.

«Estamos arrancando 750 viviendas de las 800 que fueron prometidas en el 2021 al Gobernador», afirmó González y en este marco fue que advirtió los problemas y las preocupaciones derivadas de los retrasos en el pago de obras con recursos nacionales a las empresas locales.

Un sector que, por ahora, sigue sin tener buenas perspectivas

De acuerdo con los últimos registros de actividad de la construcción a nivel nacional, que fueron conocidos a finales del año pasado, el sector presentó la cuarta caída mensual consecutiva y que acumuladas dan una merma del 8,6% entre agosto y noviembre. Y si bien en el acumulado de los 11 meses del 2022 este sector presenta un alza del 4,8%, los movimientos de los últimos meses son un buen prisma para entender el impacto de los recortes en las transferencias de capital (obra pública), en línea con lo pactado con el FMI y la incidencia de la inflación en el ritmo de la actividad económica.

Los permisos para nuevas construcciones también cayeron en el país de manera pronunciada, según publicó el portal BAE Negocios.

El último dato consolidado consignó que en octubre la merma en las autorizaciones fue del 32% interanual. Tal como se había adelantado, los principales problemas del sector están vinculados a los aumentos de precios y en el caso de la obra pública, a los retrasos en la cadena de pagos.

En noviembre del año pasado, el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) dio cuenta de una baja del 1,5% interanual, cuando en octubre el descenso comparado contra el mismo mes del año 2021 había sido del 0,9%.

DIARIO ÉPOCA