TENÍA 80 AÑOS
La leyenda de Boca Juniors estaba internado desde hacía más de dos meses en el Hospital Pirovano. En las últimas horas, su familia decidió retirar la asistencia respiratoria, al considerar irreversible su estado de salud.
Hugo Orlando Gatti, una de las grandes figuras del fútbol argentino, falleció este domingo a los 80 años. La noticia fue confirmada por fuentes del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, que informaron que el deceso se produjo cerca de las 17:30 en el Hospital Pirovano, donde permanecía internado desde hacía más de dos meses a raíz de un cuadro de neumonía.
El “Loco”, como se lo conocía popularmente, había sido ingresado al centro de salud tras sufrir una fractura de cadera a fines del verano. Luego de ser operado, contrajo una infección intrahospitalaria que agravó su estado y derivó en una insuficiencia cardíaca y renal. Desde entonces permanecía en coma farmacológico y asistido por un respirador mecánico. El viernes 28 de marzo se le había practicado una traqueotomía.
Este domingo, la familia del exfutbolista —en acuerdo con los profesionales médicos— decidió retirar la asistencia respiratoria, al considerar irreversible su estado de salud. “En virtud a su estado de salud irreversible, sin posibilidad de recuperación, procederán al retiro de ventilación mecánica en el transcurso del día”, señalaba el parte médico oficial. Gatti pasó sus últimos momentos acompañado por sus hijos, Federico y Lucas.
Sus problemas de salud no eran recientes. En 2020, en plena pandemia, había superado una neumonía bilateral mientras vivía en Madrid, ciudad en la que se radicó en los últimos años y desde donde participaba en el programa deportivo español El Chiringuito.
Hugo Gatti tuvo una trayectoria única en el fútbol argentino. Jugó en Atlanta, Unión de Santa Fe, Gimnasia y Esgrima La Plata, River Plate y Boca Juniors. En este último club vivió su época más gloriosa: disputó 417 partidos —récord absoluto para un arquero en la historia de la institución—, ganó dos Copas Libertadores, una Copa Intercontinental y los torneos Metropolitanos de 1976 y 1981.
Con la Selección argentina jugó 18 partidos y fue reconocido por su estilo arriesgado y revolucionario para la época. Fue pionero en salir del área, en jugar con los pies y en convertir al arquero en un jugador más del equipo. Durante su carrera, atajó 26 penales y se mantuvo en actividad hasta los 44 años.
