¡Nadie conoce tú esfuerzo, tú sacrificio, tus lágrimas, sudor, hambre y cuanto te ha costado ir ahorrando para tener lo que ahora tienes!
Como cualquier día de ventas, muy emocionado por un cliente más, cual contento y con una sonrisa de oreja a oreja, esperaba la entrega de sus llaves para poder salir manejando en su motocicleta nueva que recién compraba.
¡Vaya Sorpresa! Antes de partir del lugar, se arrodilló y pronunció algunas palabras, dando gracias por ahora contar con una motocicleta, que no solo es un medio de transporte, sino representa cambios para su vida y la de su familia.
¡Ah una Moto! Claro, no sabes cuánto luchó, cuanto trabajó, noches de desvelo, lluvia, hambre y cuantas cosas se tienen que pasar para alcanzar tus propósitos en ésta vida. Como dice la biblia:
¡Hay que dar gracias a Dios en Todo Momento!