Por César López – Técnico Superior en Turismo
Es uno de los grandes patrimonios de la ciudad de Goya, recientemente declarado Bien Histórico Nacional. Este símbolo de la refundación de nuestro país, permanece a puertas cerradas y descansa en el sueño de ser un caudal abierto al mundo del turismo.
En la parte superior de su fachada lleva inscripto el año de su creación: 1888. Pintado de blanco y con detalles dorados, aún se mantiene viva esta joya arquitectónica de la Belle Époque. Es un emblema que relata acontecimientos inextinguibles de la memoria universal ocurridos a finales del siglo XIX, cuando se produjo la oleada más prominente del movimiento inmigratorio en Argentina.
Aquí, en Goya, llegaron principalmente italianos para reverdecer los campos y sembrar estrellas patrimoniales que son como brújulas de nuestra esencia histórica. Por esa razón, en el predio del cuartel del ejército se encuentra el Hotel de Inmigrantes que alguna vez fue destinado a ser asilo de aquellos pobladores. Es el más antiguo del interior del país con una arquitectura prodigiosa que fusiona en su puerta principal el estilo italianizante, con pilastras griegas, rematando en doble friso con un arco curvo truncado con la fecha de su fundación.
No tuvo una funcionalidad significativa en el plano de la inmigración, más bien se lo ocupó como paradero de los afectados por las inundaciones del año 1905. Las colectividades que llegaron en aquel período, lo hicieron mediante la lectura de cartas que sus familiares escribían esperándolos en su nueva morada.
El mensaje era claro, contaban lo que habían encontrado en el vientre de la tierra litoraleña: un hogar, la paz que parecía tan lejana, recursos de trabajo y la posibilidad engrandecer en rodeo ajeno los colores de su patria. Eso es lo que representa este sitio histórico que salvaguarda la memoria, sin embargo, al cerrar sus puertas a la actividad turística es como un río estancado que busca hallar su curso. Un patrimonio perdido en el tiempo, podría ser apreciado también como un árbol sin vida, estéril que se desvive por convertirse en un vegetal frondoso, donde el pueblo se agolpe para refugiarse.
El Hotel de Inmigrantes de Goya, es un recurso turístico que podría ser un atractivo cultural para ser visitado desde adentro, en cualquier temporada del año. Hasta el momento, permanece dormido soñando ser un caudal abierto de historias, recuerdos y emociones que fluye alimentando al mundo del turismo.
